Una ventana empañada por el frío del invierno.
Tu dedo haciendo garabatos mientras tus ojos se pierden en el infinito.
Igual esperas verme aparecer.
Quién sabe, igual nuestro invierno ya pasó y el de fuera es solo para mantener las apariencias.
La primera vez fallamos, la primavera acabó y el frío heló nuestras entrañas. Tu sonrisa estaba hecha de rutina y mis ojos pedían una vida nueva.
Puede que este sea nuestro momento, que sea verdad eso de que de los errores se aprende.
Igual hoy es la hora H del día D y en este instante tú estés pensando en mi, mientras yo te escribo estas palabras. Puede que la magia vuelva a surgir cuando nuestras miradas se crucen por error en cualquier calle de Madrid.
Como si nada nos llevase a reunirnos.
Como si algo pudiera detenernos.
Tu dedo haciendo garabatos mientras tus ojos se pierden en el infinito.
Igual esperas verme aparecer.
Quién sabe, igual nuestro invierno ya pasó y el de fuera es solo para mantener las apariencias.
La primera vez fallamos, la primavera acabó y el frío heló nuestras entrañas. Tu sonrisa estaba hecha de rutina y mis ojos pedían una vida nueva.
Puede que este sea nuestro momento, que sea verdad eso de que de los errores se aprende.
Igual hoy es la hora H del día D y en este instante tú estés pensando en mi, mientras yo te escribo estas palabras. Puede que la magia vuelva a surgir cuando nuestras miradas se crucen por error en cualquier calle de Madrid.
Como si nada nos llevase a reunirnos.
Como si algo pudiera detenernos.
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